En las costas de Andalucía, como en la Costa del Sol y la Costa de la Luz, las tormentas intensas y el oleaje pueden causar daños a la infraestructura y poner en peligro a los bañistas y turistas.
Prevención: Sistemas de alerta meteorológica: Desarrollar y mejorar los sistemas de alerta temprana para tormentas y mareas extremas.
Reforzar infraestructuras costeras: Construir barreras de protección y reforzar las infraestructuras, como puertos y paseos marítimos, para resistir el impacto del oleaje.
Educación y concienciación en playas: Informar a los turistas y residentes sobre los peligros de bañarse durante condiciones de mal tiempo y mantener señales visibles.
Sequías
Andalucía es una de las regiones más afectadas por la escasez de agua, especialmente en el interior y en las zonas agrícolas. La falta de lluvias prolongada puede afectar a los recursos hídricos, la agricultura y el suministro de agua potable.
Prevención: Gestión sostenible del agua: Implementar políticas de ahorro y reutilización del agua, como la instalación de sistemas de riego eficiente y el uso de aguas recicladas en la agricultura.
Conservación de los ecosistemas acuáticos: Proteger los acuíferos y embalses mediante planes de conservación de recursos hídricos y limitación de su explotación excesiva.
Desalinizadoras y fuentes alternativas: Desarrollar infraestructuras de desalinizadoras y fomentar la investigación de fuentes alternativas de agua para garantizar el abastecimiento.
Tornados y vientos fuertes
Aunque menos frecuentes que otros fenómenos meteorológicos, los tornados y vientos fuertes pueden producir daños importantes en la infraestructura, especialmente en zonas llanas como la Campiña de Jaén, Córdoba o las áreas costeras.
Prevención: Infraestructura resistente al viento: Asegurar que los edificios y otras infraestructuras sean diseñados y construidos para soportar vientos fuertes, especialmente en zonas más vulnerables.
Alertas meteorológicas y evacuaciones: Desarrollar y mejorar los sistemas de alerta temprana para vientos extremos y tornados, con protocolos de evacuación y medidas de protección de la población.
Educación y formación: Promover la educación sobre cómo actuar durante estos fenómenos, como la identificación de refugios seguros y las medidas a seguir en caso de tormentas severas.